La mente humana es compleja, y en determinados momentos de nuestra vida puede ser difícil saber cómo resolver ciertas situaciones para las que no estamos preparados. A veces serán cosas puntuales, para las que solamente necesitamos algunas pautas y otras son problemas que llevamos arrastrando demasiado tiempo, tanto que ya no sabemos ni cuando comenzó todo. En todas ellas, un psicólogo puede ser determinante para ayudarte a romper esa dinámica que no te deja seguir y volver a encontrarte contigo mismo.

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¿Y qué decir de la adolescencia? Probablemente una de las etapas más determinantes del desarrollo humano. Dejar de ser un niño para convertirse en adulto, con toda la confusión que ello conlleva. En los adolescentes, la lucha interna por dejar de ser para ser, es un momento complejo que contagia a todos los que están a su alrededor metiéndoles también en la espiral en la que se encuentran.

 

 

 

 

 

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Estrés, Duelo, Ansiedad, Depresión, Autoestima, Fobias, Trastornos de la Conducta Alimentaria, Estrés Postraumático, Regulación Emocional, Trastornos Adaptativos, Maternidad, Psicología Perinatal, etc. 

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